Los movimientos sociales surgen
como respuesta de un grupo de la sociedad a un descontento determinado, puede
salir de grupos más o menos organizados como sindicatos, grupos religiosos,
comunidades indígenas, asociaciones de colonos en zonas urbanas o de formas más
específica para este caso de estudiantes. Como el movimiento (dado su
nacimiento) es limitado en recursos financieros y operativos, debe buscar
trascender rápidamente, de lo contrario está condenado a diluirse y desaparecer
sin dejar huella alguna, por tanto los líderes del mismo deben buscar alianzas,
acuerdos, apoyos y en el mejor de los casos deben buscar institucionalizarse
dentro del Estado para buscar mantener su agenda vigente y poder avanzar en sus
conquistas personales.
Es crudo decir que la mejor
manera de materializar un movimiento social sea institucionalizarse, pero
desgraciadamente es la única manera de verdaderamente trascender más allá del
periodicazo del mes, pienso en varios ejemplos, como:
*El sinarquismo a finales de la
década de los 30 (un movimiento que llego a tener cierta relevancia), a finales
de dicha década llego a contar con casi un millón de seguidores, para la época
era una cantidad digna de considerar, siendo un movimiento civil de tendencia
centro cristiana se encontró ante el dilema de dar el siguiente paso y
convertirse en partido político para competir en las elecciones presidenciales
del 40 o permanecer “autónomo” pero impreciso en sus exigencias y metas, el
resultado todos lo conocemos, el movimiento se desquebrajo y un grupo de
líderes fueron a morir al desierto de baja california con el objetivo de crear
una comuna autónoma que no duro mas de unos cuantos años antes de que más de la
mitad de esos colonos murieran de hambre, conforme el sinarquismo en esos
primeros años de la década de los 40 se dividía y diluía un nuevo grupo tomo
ese nicho de centro derecha y fundó el PAN, el sinarquismo se condeno a ser un
partido local en el bajío y a ser comparsa (en el mejor de los casos) del
sistema político local.
*El zapatismo en Chiapas puede
caer en el mismo análisis, cuando recién estallo, causo gran revuelo en todo el
país, la comunidad académica sentía gran empatía por el mismo pero al paso del
tiempo fue perdiendo terreno en la opinión pública, es muy cierto que el movimiento
logro una ley indígena pero al mismo tiempo dicho movimiento declino
convertirse en fuerza política activa, puede decirse que ese nunca fue su
objetivo, pero al día de hoy dudo que tener ese puñado de municipios autónomos
(denominados caracoles) depauperados y
prácticamente en miseria puedan ser considerados como un éxito.
Es muy cómodo declararse
abiertamente como de izquierda cuando se vive en la capital del país, y lo es
mas en un ambiente de total control como lo es el D.F., lamentablemente la
situación no es así en todo el país, en la mayor parte del territorio nacional
la izquierda juega un papel testimonial, no está organizada y lucha día con día
contra un hostigamiento permanente de grupos cuasi caciquiles (la mayoría del
PRI), pensar que lo que pasa en la capital o en las principales urbes del país
puede cambiar el rumbo del destino de la nación es una ilusión, como diría Santiago Levy “Una buena intención
con malos resultados”
Sería políticamente correcto
apoyar el movimiento 132, ser joven, ser de la facultad de ciencias políticas
de la UNAM y apoyar al movimiento seria aun más políticamente correcto, sin
embargo aun y cuando cumplo con estos dos requisitos previos no me siento
cercano al 132, considero que su origen está viciado de nacimiento, padece de
una contradicción que lo hace difícil de sostener, lo considero excluyente para
el grueso de la población estudiantil que proviene de escuelas públicas, no veo
un pliego petitorio solido ni mucho menos exigencias objetivas y viables, veo
desinformación en sus oradores y masas manipuladas ante lugares comunes y
erróneos:
-
Escuche a
un orador decir que estaba harto de 90 años de gobiernos presidenciales
priistas, ¿cómo? ¿Desde 1910 hasta el 2000 hubo gobiernos priistas? Porfirio
Díaz, Madero, Victoriano Huerta, Eulalio Gutiérrez, Carranza, Obregón, todos
ellos eran priistas? Como ser priista sin que exista siquiera el partido.
-
Piden 10%
del PIB para educación, al mismo tiempo personas que apoyan el movimiento están
en contra del IVA en alimentos y medicinas, del IETU y de toda carga fiscal,
¿Cómo otorgar mayores recursos a la educación sin una mayor recaudación?
-
Piden
juicio político contra Elba Esther Gordillo, ¿cómo procedería sin que está
tenga un cargo público?
- Protestan contra monopolios de
información como Televisa Y Azteca, pero no critican al conglomerado más grande
del país y posiblemente del mundo que abarca medios de comunicación, empresas
de todos los giros como la construcción, restaurantes y de sectores clave como
la telefonía, el negocio de las televisoras es 5 o 6 veces más chico que todo
el emporio del Señor Slim, ¿porque es políticamente correcto protestar solo
contra las televisoras y no contra empresas como Telmex?
La respuesta es sencilla, los
lideres y creadores del movimiento al venir de escuelas privadas provienen de
familias que se han hecho ricas o tienen bastantes negocios amparadas de la
sombra del Estado o directamente con él, el movimiento protesta ante las
condiciones democráticas pero no ante las económicas que ha beneficiado a las
familias de estos jóvenes que estudian en escuelas privadas y que tienen un
nivel de vida sostenido en negocios que ofrecen rendimientos y que solo el
gobierno puede ofrecer.
La desinformación hace que muchos
Jóvenes que apoyan el movimiento y que provienen de escuelas públicas se
sientan parte del mismo y lo defiendan a capa y espada, pero analicen un poco,
todos los líderes del movimiento provienen de escuelas privadas, y no me
sorprendería que estos líderes de hoy se conviertan en los Imaz y Belaunzaran
del futuro, es decir, cuadros jóvenes que renovaran la izquierda mexicana y que
para legitimar su ascenso tengan en su curriculum el movimiento 132, este hecho
no es reprobable (así es la política, hacer acuerdos y romperlos para obtener
mayores beneficios) y si los líderes de hoy tienen que traicionar a sus
compañeros de movimiento para tener una carrera propia, sin duda lo harán, “al
tiempo” como diría Ricardo Alemán.
@klyfa