martes, 19 de junio de 2012

El 132

Los movimientos sociales surgen como respuesta de un grupo de la sociedad a un descontento determinado, puede salir de grupos más o menos organizados como sindicatos, grupos religiosos, comunidades indígenas, asociaciones de colonos en zonas urbanas o de formas más específica para este caso de estudiantes. Como el movimiento (dado su nacimiento) es limitado en recursos financieros y operativos, debe buscar trascender rápidamente, de lo contrario está condenado a diluirse y desaparecer sin dejar huella alguna, por tanto los líderes del mismo deben buscar alianzas, acuerdos, apoyos y en el mejor de los casos deben buscar institucionalizarse dentro del Estado para buscar mantener su agenda vigente y poder avanzar en sus conquistas personales.
Es crudo decir que la mejor manera de materializar un movimiento social sea institucionalizarse, pero desgraciadamente es la única manera de verdaderamente trascender más allá del periodicazo del mes, pienso en varios ejemplos, como:
*El sinarquismo a finales de la década de los 30 (un movimiento que llego a tener cierta relevancia), a finales de dicha década llego a contar con casi un millón de seguidores, para la época era una cantidad digna de considerar, siendo un movimiento civil de tendencia centro cristiana se encontró ante el dilema de dar el siguiente paso y convertirse en partido político para competir en las elecciones presidenciales del 40 o permanecer “autónomo” pero impreciso en sus exigencias y metas, el resultado todos lo conocemos, el movimiento se desquebrajo y un grupo de líderes fueron a morir al desierto de baja california con el objetivo de crear una comuna autónoma que no duro mas de unos cuantos años antes de que más de la mitad de esos colonos murieran de hambre, conforme el sinarquismo en esos primeros años de la década de los 40 se dividía y diluía un nuevo grupo tomo ese nicho de centro derecha y fundó el PAN, el sinarquismo se condeno a ser un partido local en el bajío y a ser comparsa (en el mejor de los casos) del sistema político local.

*El zapatismo en Chiapas puede caer en el mismo análisis, cuando recién estallo, causo gran revuelo en todo el país, la comunidad académica sentía gran empatía por el mismo pero al paso del tiempo fue perdiendo terreno en la opinión pública, es muy cierto que el movimiento logro una ley indígena pero al mismo tiempo dicho movimiento declino convertirse en fuerza política activa, puede decirse que ese nunca fue su objetivo, pero al día de hoy dudo que tener ese puñado de municipios autónomos (denominados caracoles) depauperados y  prácticamente en miseria puedan ser considerados como un éxito.

Es muy cómodo declararse abiertamente como de izquierda cuando se vive en la capital del país, y lo es mas en un ambiente de total control como lo es el D.F., lamentablemente la situación no es así en todo el país, en la mayor parte del territorio nacional la izquierda juega un papel testimonial, no está organizada y lucha día con día contra un hostigamiento permanente de grupos cuasi caciquiles (la mayoría del PRI), pensar que lo que pasa en la capital o en las principales urbes del país puede cambiar el rumbo del destino de la nación es una ilusión,  como diría Santiago Levy “Una buena intención con malos resultados”

Sería políticamente correcto apoyar el movimiento 132, ser joven, ser de la facultad de ciencias políticas de la UNAM y apoyar al movimiento seria aun más políticamente correcto, sin embargo aun y cuando cumplo con estos dos requisitos previos no me siento cercano al 132, considero que su origen está viciado de nacimiento, padece de una contradicción que lo hace difícil de sostener, lo considero excluyente para el grueso de la población estudiantil que proviene de escuelas públicas, no veo un pliego petitorio solido ni mucho menos exigencias objetivas y viables, veo desinformación en sus oradores y masas manipuladas ante lugares comunes y erróneos:

-       Escuche a un orador decir que estaba harto de 90 años de gobiernos presidenciales priistas, ¿cómo? ¿Desde 1910 hasta el 2000 hubo gobiernos priistas? Porfirio Díaz, Madero, Victoriano Huerta, Eulalio Gutiérrez, Carranza, Obregón, todos ellos eran priistas? Como ser priista sin que exista siquiera el partido.

-       Piden 10% del PIB para educación, al mismo tiempo personas que apoyan el movimiento están en contra del IVA en alimentos y medicinas, del IETU y de toda carga fiscal, ¿Cómo otorgar mayores recursos a la educación sin una mayor recaudación?

-       Piden juicio político contra Elba Esther Gordillo, ¿cómo procedería sin que está tenga un cargo público?

-       Protestan contra monopolios de información como Televisa Y Azteca, pero no critican al conglomerado más grande del país y posiblemente del mundo que abarca medios de comunicación, empresas de todos los giros como la construcción, restaurantes y de sectores clave como la telefonía, el negocio de las televisoras es 5 o 6 veces más chico que todo el emporio del Señor Slim, ¿porque es políticamente correcto protestar solo contra las televisoras y no contra empresas como Telmex?

La respuesta es sencilla, los lideres y creadores del movimiento al venir de escuelas privadas provienen de familias que se han hecho ricas o tienen bastantes negocios amparadas de la sombra del Estado o directamente con él, el movimiento protesta ante las condiciones democráticas pero no ante las económicas que ha beneficiado a las familias de estos jóvenes que estudian en escuelas privadas y que tienen un nivel de vida sostenido en negocios que ofrecen rendimientos y que solo el gobierno puede ofrecer.

La desinformación hace que muchos Jóvenes que apoyan el movimiento y que provienen de escuelas públicas se sientan parte del mismo y lo defiendan a capa y espada, pero analicen un poco, todos los líderes del movimiento provienen de escuelas privadas, y no me sorprendería que estos líderes de hoy se conviertan en los Imaz y Belaunzaran del futuro, es decir, cuadros jóvenes que renovaran la izquierda mexicana y que para legitimar su ascenso tengan en su curriculum el movimiento 132, este hecho no es reprobable (así es la política, hacer acuerdos y romperlos para obtener mayores beneficios) y si los líderes de hoy tienen que traicionar a sus compañeros de movimiento para tener una carrera propia, sin duda lo harán, “al tiempo” como diría Ricardo Alemán.

@klyfa