jueves, 29 de octubre de 2015

Pasos al costado.


No entiendo a las jovenzuelas que, para fingir estar enamoradas, caminan enchuecando las piernas: puntas adentro, rodillas juntas, un pie arrastrando; y además, estiran el cuello y la cabeza hacia su "amado" manteniendo rígidas las extremidades, parecen decir "tienes toda mi atención, soy tuya" −un ortopedista vería inmediatamente en esa pose, por demás ridícula, signos de pesos.
            Malas actrices son esas jovenzuelas, aunque, el verdadero fracaso de su actuación radica en el conocimiento del público: Las verdaderas enamoradas van con las piernas arqueadas por lo menos una vez a la semana, o, si tienen más de un enamorado, a diario. Entre éstas últimas, las más fáciles de identificar son las enanas: un gnomo al que se le escapó el unicornio, es un gnomo enamorado.