lunes, 25 de junio de 2012

Cantando bajo la lluvia.


Con esta ola de calor que nos acaba de dejar y  que abre el camino para la temporada de lluvias, llega a mi mente una historia refrescante… muy refrescante para mi gusto.

Aún llovía afuera, una película de la cual solo vi el primer capítulo llegaba a su fin al igual que mi visita, llegó el momento de decidir ¿irse o quedarse?, que bonito detalle hubiera sido poder elegir de no ser por las opciones: te vas o te vas, ¡está bien! me voy pero acompáñame a la parada del bus, Recibí un OK por respuesta.

Ha dejado de llover afuera, el cielo purificado por la lluvia deja ver una luna hermosa, caminemos, parecía un sueño nuestras manos juntas y un largo camino por recorrer, una parada ocasional para jugar a comernos mientras los presos a unos metros sueñan con la libertad. Que angosta y larga era la banqueta así como grande el charco que estaba a un lado de aquel reclusorio, un carro que ha terminado de cruzar por la avenida deja ver una leve ola que besa la acera, ¿Qué haremos si pasa un automóvil cuando estemos a mitad del camino? sin tener donde protegernos lo apropiado sería “agacharse y cubrirse” ¿no? 

Pero no en esa noche mágica, ideamos un plan, cada uno con paraguas en mano nos repartimos las zona por la cual nos responsabilizaríamos (cual formación de ejercito romano) yo cubriría la parte de abajo  y ella la de arriba, con el dedo en el botón que abre automáticamente el paraguas estábamos listos para la batalla.

Y llegamos a la mitad, se escuchaba  detrás de nosotros el motor de un carro que no disminuía su velocidad, una sonrisa de sabernos preparados para el encuentro se escapo de nuestros rostros… ha llegado el momento, la ola crecía y de apoco iba mojando la reja del reclusorio, el sonido del agua chocando con la acera y con uno que otro árbol, Splash aquí, Splash Allá… 3,2,1… mi paraguas se abrió justo en tiempo y dirección, Jajaja “soy un campeón” pero… ¿ha empezado a llover de nuevo? ¿De dónde salió este jicarazo de agua? Volteo y veo a mi chica escondida atrás de mi intentando abrir su paraguas atascado… con la cabeza, hombros y pecho mojados le ayude a abrirlo. Caminemos.

“Cantando en el baño
me acuerdo mucho de ti”.

No hay comentarios: