... apenas he conocido, involuntariamente, lo que alguna pareja imprudente
ha compartido conmigo en el transporte público. Espero que algún día se den
vuelta, me miren y pregunten: ¿Lo gozaste?
−Sí, esa caricia perdida, el
roce inconsciente, tu cabello posándose sobre mi libro distrayéndome de la
lectura ¡me fascinó! ¿Podría participar documentando su danza, su lucha cuerpo
a cuerpo?
En ocasiones envidio a esas parejas que logran abstraerse del mundo delegando lo obsceno al criterio del espectador. Me recuerdan a las aves en celo, libres en el cielo, entregadas al cortejo de apareamiento, altaneras en las alturas enumerando sueños rotos del ser humano. A veces con los ojos anhelo su pasión; otras las detesto.
"Va llegando la primavera".
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